viernes, 25 de noviembre de 2011

UF 1, ACTIVIDAD 3, MÓDULO 3


Después de terminar la UNIDAD FORMATIVA 1 del MÓDULO 3, hemos "recuperado" la información grabada al comienzo de la misma para revisar nuestras aportaciones y valorar si queremos añadir añadir algo.

Mis reflexiones y conclusiones definitivas son, pues, las siguientes:

¿Cómo es más útil enseñar las funciones comunicativas, por medio de listados o a través de intercambios comunicativos?

Creo que a través de intercambios comunicativos, ya que las funciones comunicativas tienen sentido en un contexto de comunicación precisamente.

He podido comprobar que es más útil enseñar las funciones comunicativas por medio de "intercambios" lo más reales posibles, y he podido comprobarlo precisamente en distintas actividades que se nos han propuesto. Hay una serie de fórmulas convencionales propias de determinados intercambios comunicativos que serán asimilados por el alumno de forma más eficaz si aprende a emplearlas en un contexto real de comunicación.

¿Por qué?

Si aprendes un listado con funciones comunicativas diversas  y  determinadas representaciones gramaticales para cada una de ellas, puede que a la hora de afrontar una comunicación real se produzcan más interferencias que de la otra forma.

He podido comprobar en las actividades de esta UF que, en ocasiones, con un mismo enunciado se puede llevar a cabo más de una función comunicativa. Así por ejemplo, si un hablante produce el siguiente enunciado: "Oye, ¿Vas hacia el centro? ¿Me puedes llevar a casa?, podemos observar dos funciones comunicativas, a saber: "Pedir información" y "Pedir un favor".
Así, las funciones comunicativas no existen en el vacío, sino en función de una interacción y un entorno discursivo concreto, por lo que un listado de funciones comunicativas puede resultar menos apto que los verdaderos intercambios comunicativos.
Por otro lado, hay cierto enunciados "tipo" que suelen usarse al principio de una conversación; otros, en cambio, suelen usarse como respuesta o reacción a algo que nos dice nuestro interlocutor. Creo que todo esto es más complejo para reflejarlo en "listados". Además, el orden de los enunciados no es rígido y puede variar.
Resulta útil abordar los intercambios comunicativos como un "todo" a fin de que los aprendices, como los nativos, sean capaces de colaborar con el interlocutor de forma adecuada.

Piense un ejemplo

Un alumno puede aprender en un manual con listados una manera de preguntar por dónde se va a una calle del centro de Córdoba. En dicho listado se contempla la construcción con el pronombre "usted". Será raro que trate así  a un joven cordobés, por ejemplo.

Efectivamente, si un alumno tiene estereotipada en la mente una fórmula para realizar cualquier acto verbal, puede que, cuando se produzca el intercambio comunicativo real, eche en falta una serie de destrezas para reaccionar ante las señales que emita su interlocutor. Además, se producirán interferencias pragmáticas, ya que en España, por ejemplo, es raro dirigirse a las personas jóvenes con el pronombre de cortesía "usted", salvo en contextos comunicativos muy concretos, como en la universidad, por ejemplo.

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